martes, 22 de noviembre de 2011

DEMOCRACIA DIRECTA 3.0



(Foto: Alfonso)

La democracia se basa en la teoría la delegación de poder, decisión, responsabilidad. Elegimos a nuestros representantes cada cuatro años en función de nuestras afinidades ideológicas y el programa político que presentan en la campaña electoral.

La democracia se basa en mayorías representativas de ciudadanos. Mayorías que tienen su reflejo en un número de representantes proporcional.

Un gobierno elegido por esos representantes legisla, y las decisiones sobre lo que se legisla y aprueba en el parlamento depende de esos representantes-delegados.

La sociedad civil: asociaciones, ongs, sindicatos, grupos de interés, etc… interactúan y presionan, si llega el caso, a esos representantes.

Pocas veces se establecen referéndums sobre temas concretos.

La delegación de poder es un mecanismo ágil y eficiente. Los ciudadanos no pueden estar al tanto de todos los temas que les afectan, a veces complicados y técnicos, la democracia directa no sería posible, la gente se cansaría de votar por todo, de pensar y discutir por todo a todas horas.

¿De verdad?

Lo cierto es que la teoría de la representación parlamentaria tenía su sentido en la sociedad del siglo XIX y XX con comunicaciones primitivas y una población poco formada.

Lo cierto es que hoy las TIC permitirían una democracia directa. Las TIC son seguras, cómodas, inmediatas. Todos los días se mueven con total seguridad millones de euros por la red, la información en la red es mucho más precisa, rica, diversa que en cualquier otro mass media convencional.

En cuanto a que los ciudadanos no se implican, se cansan, no pueden estar decidiendo por todo… ¿es verdad?

Estamos viendo en las redes sociales que todo esto no es del todo cierto, a los ciudadanos les importa decidir, saber, opinar, ser tenidos en cuenta de forma directa, no ser considerados inexpertos o menores de edad que necesitan ser tutelados por unas élites. Los ciudadanos, si no saben, se informan, para eso “también” sirve Internet.

La idea y el ideal, hoy tecnológicamente posible, sería que una red social de ciudadanos en la que estos puedan opinar y votar en tiempo real sobre todos los temas que les afecten, temas que los ciudadanos propongan, temas que se están debatiendo y decidiendo en el parlamento. Todos los temas.

El ciudadano opina, ofrece información, debate, conversa (o no) y vota sobre aquellos temas que le interesan, le afectan, le apetece (o no) Votar de todo, pensar en todo, opinar de todo (o no, pero tener esa posibilidad)

Imaginamos un entorno web muy sencillo, ordenado, amigable, organizado por temas y por prioridades visuales en el interés que despiertan los temas, con estadísticas de votaciones en tiempo real y votaciones cerradas pasado X tiempo. No se trataría de una gigantesca encuesta de todo y sobre todo sino de un espacio de participación y decisión de esos ciudadanos. Ellos proponen temas, necesidades, problemas, cuestiones sobre las que habría que decidir y legislar. Se intercambian información. A la vez votan todas las leyes y proposiciones que se debaten en los parlamentos (nacionales, de la comunidad autónoma, de la CE…)   Y saben donde están las mayorías y minorías para cada cuestión. Democracia directa. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario